El reciclaje de baterías de litio es un paso crucial para reducir el impacto negativo de los materiales peligrosos en el medio ambiente y la salud pública. Las baterías de litio se utilizan ampliamente en diversos dispositivos electrónicos, vehículos eléctricos y sistemas de energía renovable. Sin embargo, una vez que su vida útil llega a su fin, pueden representar una amenaza significativa para el medio ambiente debido a su potencial de fuga de sustancias químicas tóxicas como el óxido de litio y cobalto y el níquel-cadmio.
El proceso de reciclaje de las baterías de litio implica extraer metales valiosos como cobalto, níquel y litio para su reutilización y, al mismo tiempo, garantizar que los materiales nocivos se eliminen de forma segura. Al reciclar estas baterías, podemos evitar que acaben en vertederos donde pueden contaminar el suelo y las vías fluviales o incluso provocar incendios. Además, los materiales reciclados se pueden utilizar para fabricar nuevos productos, lo que reduce la necesidad de extraer materias primas y conserva los recursos naturales.