Una posible causa de fallas en las baterías de litio es la degradación de los materiales de los electrodos con el tiempo, lo que puede conducir a una reducción de la capacidad y el rendimiento. Las baterías de iones de litio son particularmente sensibles a este problema debido a su alta densidad de energía y al hecho de que tienen un número limitado de ciclos de carga y descarga antes de que la degradación se vuelva notable. Además, la exposición a temperaturas extremas, estrés mecánico y sobrecarga también pueden contribuir al fallo prematuro de la batería.
Para evitar fallas en la batería de litio, se deben seguir prácticas adecuadas de almacenamiento y uso. Cuando no estén en uso, las baterías deben almacenarse a temperatura ambiente y mantenerse alejadas de fuentes de calor o humedad. Evite exponerlos a temperaturas extremas o almacenarlos por períodos prolongados con niveles de carga bajos. Cuando utilice baterías de iones de litio, evite la sobrecarga retirándolas de los cargadores una vez que alcancen su capacidad máxima.
Si una batería de litio falla, existen varias medidas de tratamiento que se pueden tomar según la naturaleza del problema. Por ejemplo, si una batería se hincha o se sobrecalienta durante la carga o el uso, se debe retirar de cualquier dispositivo o cargador inmediatamente y dejar que se enfríe antes de desecharla adecuadamente. En algunos casos, es posible reactivar una batería agotada reacondicionándola con equipo especializado o realizando ciclos de descarga profunda. Sin embargo, intentar estos tratamientos sin los conocimientos adecuados puede provocar más daños a la batería o incluso lesiones personales.